lunes, 10 de octubre de 2011

El Nuevo Mundo versión completa.

¿Gustas de leer? esta es la versión completa del pequeño relato El Nuevo Mundo que cedí a este blog de mi estimado compañero bloguero Martín, sean bienvenidos

Año 2096.-
Hospital de ciudad central 6:23 a.m.
En una cama solitaria se encontraba un paciente conectado a tubos, la máquina que lo mantenía con vida sonaba rítmicamente y cada cierto tiempo sonaba un pitido alertando sobre el estado del postrado, este; lucía descuidado, más parecía que llevara años en esa cama, a través de las vendas que cubrían su rostro se veía el cabello crecido y la barba descuidada, estos se mezclaba con los tubos que lo alimentaban y le permitían la respiración artificial, sin embargo en los pasillos de aquél hospital no había nadie, acaso el silbido del viento que se colaba por las ventanas rotas era el único ruido proveniente del exterior.
De pronto la máquina comenzó a emitir sonidos cada vez más fuertes, el ritmo cardiaco del individuo estaba frenético, para después, volver al silencio sepulcral que reinaba pesadamente, la mano derecha comenzó a temblar ligeramente, ¡se movían los dedos! , de pronto gritos ahogados por la máscara y los tubos poco a poco fueron retirados, el individuo estaba teniendo movimiento físico, el hecho de abrir los ojos en una habitación donde se colaba la luz natural lo cansaba y lo deslumbraba, pareciera que llevara años sin ver un rayo de sol.
unos 15 minutos después se levantó sobre sus brazos aun tembloroso y se quitó la máscara y la venda---¿Donde estoy? ¿qué es este lugar?---El individuo totalmente confundido y sin tener memoria de su pasado alcanzó a ver una habitación donde había un armario enfrente de su cama, a su lado derecho había una ventana parcialmente cubierta por tablones de madera, aun débil por el esfuerzo de haber despertado abruptamente, puso sus pies en el suelo, no se sentía seguro de poder tenerse en pie, sus ojos a cada minuto más acostumbrados a la luz ambiental, lo hicieron voltear a ver más y más detalles, junto a su cama había un expediente con un nombre: Adam y la fecha de entrada; 16 de Noviembre de 2092, él no sabía si él era el del expediente o simplemente era de otro paciente, tambaleante se acercó al solitario pasillo y con voz aun débil exclamó:
¡Hay alguien que me oiga!
El silencio se hizo presente, el acostumbrarse cada vez más a la luz ambiental le hizo ver que aquel edificio por dentro estaba con los muebles destruidos, más allá enormes boquetes por donde pasaba el aire a través de toda la estructura, grandes pedazos de concreto estaban a unos 10 metros de donde se encontraba lo que era parte de una escalera, irremediablemente regresó por sus pasos y se dirigió a la ventana, el panorama era cuando más, desolador…
La ciudad se mostraba destruida, como pudo Adam bajó por las escaleras y llegó a la entrada del hospital, para darse cuenta de que era como si una bomba nuclear hubiera destruido todo a su alrededor, sin embargo Adam gritaba desesperado, quizá lo que más lo sorprendía era que a 1 hora de haber despertado, supuestamente por 4 largos años, ya podía caminar perfectamente, sus ojos enfocaban nítidamente todo a su alrededor, todos sus sentidos estaban alerta y su estado físico con cada paso se fortalecía, por extraño que parezca no podía encontrar seres vivos, parecía como si una larga guerra civil hubiera campado a sus anchas esos 4 años.
Adam como así mismo se empezó a llamar, decidió armarse de valor y regresar al lugar donde despertó, necesitaba respuestas del por qué estaba todo esto así, quizá lo más extraño era que había huellas de balas en todo el edificio, en la recepción comenzó a hurgar en los documentos, no había electricidad pero como estaba amaneciendo pudo hurgar entre los escombros con cierta facilidad,; la última fecha que logró rescatar fue de hacía 3 años atrás, no había más, no había nada extraño, excepto una placa de metal cuya inscripción decía “ Protocolo de contención Sigma 16” y el nombre de una persona, Ana Luisa Allende, bióloga molecular y una dirección, no había más de donde Adam podía sacar conclusiones, pero la placa se la llevó en una bolsa hecha con las sábanas encontradas, debía buscar respuestas a lo que estaba viendo, debía buscar la verdad, y también debía saber en donde se encontraban las demás personas.
Vagos recuerdos se empezaban a agolpar en su mente, recuerdos de una mujer y su hija conviviendo en una casa con una terraza grande y un árbol de higos en medio del,patio ¿quizá era su familia? ¿estaban vivos aún?, todo eso hizo que reuniera fuerzas y de entre los escombros de aquella ciudad, salió Adam al nuevo mundo en la búsqueda de respuestas.
Durante algunas horas Adam se dedicó a recorrer aquella ciudad que se encontraba destruida, como si hubiera pasado por años de guerra civil, autos destruidos, algunos todavía humeando, edificios cuya estructura se caía a pedazos, todo cuanto podían ver sus ojos estaba destruido, muchas preguntas se agolpaban en la mente cada vez más despierta de Adam, ¿quien era realmente? ¿por que la ciudad estaba así y no había aparentemente ningún humano? ¿quienes eran aquellas personas que se aparecían en sus visiones?
A lo lejos pudo oír unos gritos---¡Hey señor, acá estoy, voltee a su derecha!--- una figura se dibujaba por sobre el humo, un anciano de barba blanca, y ataviado con un suéter roído por los años, se acercó trabajosamente por entre los escombros de lo que alguna vez fue una casa, unos minutos después quedó enfrente de un asombrado Adam que desde que se levantó, no había visto seres humanos:
¡Jovencito qué gusto ver gente por estos rumbos! mi nombre es Germán, mire le llevaré con los demás, es peligroso que se quede aquí---Señor Germán, ¿qué pasó aquí? , no sé quien soy y….¡espere, no alce la voz, quizá esté desorientado, vamos ¿acaso estuvo dormido todos estos años? mire, mire aquella lata aun debe servir---Adam acababa de descubrir al único ser humano en quizá, muchos kilómetros a la redonda, un viejito estrafalario cuyo único interés era buscar comida entre los escombros, prestándole poca atención a Adam, pero ahí estaba quizá, la única clave para poder entender qué pasaba ahí.
¡Shhh la gente está dormida, no haga mucho ruido ¿cómo es que te llamas jovencito?--- No recuerdo mi nombre señor, acabo de despertar de entre las ruinas de aquel edificio, pero por lo visto me llamo Adam, puede decirme así; tengo muchas dudas señor…---Mire, mire, jovencito, creo que estuvo en coma mucho tiempo, las cosas han cambiado, la conquista del espacio logró buenas cosas, pero vea a su alrededor…nada.
¿Dígame por que dice que la gente está dormida? lléveme con ellos señor----No, en estos momentos no podré llevarte, tiene que ser de noche, aun está atardeciendo, vamos, le convidaré de mi comida, no es mucha pero se le ve con hambre, ¿tiene ust5ede familia?--- No sé, tengo vagos recuerdos de una mujer de cabello castaño y una niña de unos 7 años, una casa cerca de una playa y un enorme árbol, pero son como recuerdos borrosos, no sé más nada---Mmm, la única playa está cerca de aquí, quizá no sería bueno que fuéramos, podría ser doloroso…las cosas que pasaron mire, mire; todo el progreso sin planeación, acaba siendo retroceso, créale a este pobre viejo loco.
¿Qué pasó aquí? ---Venga, vamos aquel edificio, le platicaré una historia, por lo que noto, usted estuvo dormido mucho tiempo, esta ciudad era otrora conocida como la punta de lanza de la alta tecnología de este continente, pero los habitantes poco a poco se fueron convirtiendo en dependientes de la tecnología, las computadoras pensaban por ellos, las decisiones más importantes pasaban por un filtro cibernético; una cortina de hierro en donde “todo estaba bien”, ¿pero sabe? nada de eso era cierto---Cada palabra salida de la boca del viejo Germán causaba cada vez más asombro en Adam.
¿Por qué me dijo que la gente dormía? ¿acaso hay más en otras partes?--- Tiene razón jovencito, mire, mire; deje que termine mi relato y verá…aquí entraron hombres ataviados con trajes blancos y máscaras, hace 4 años yo era ejecutivo de ventas, uno de tantos ejecutivos, mire, mire; cuando pasó eso me horroricé, estos tipos que se contaban por miles, llegaron por tierra, mar y aire, entraron y dispararon dardos a mis compañeros, yo me escondí en un cuarto oculto pues creía que les disparaban balas, tuve tiempo de ver que no los mataban, pero si los dormían y se los llevaban en unas capsulas, era una situación rara pues hubo quienes se defendieron con armas, se logró saber por el radio que en gran parte del planeta pasaba lo mismo---Señor Germán, supo usted para qué los dormían? a mi me parece raro esto, no los querían matar---Mire, mire jovencito, yo me salvé, poca gente más se salvó, algunos están más al sur de esta ciudad, pero no hay nada más, los cuerpos durmientes de mis compañeros y amigos se los llevaron y no sé a donde.
Erigiéndose por encima de los escombros, Adam no podía ver él cielo, este estaba con tonalidades rojizas pero el humo no lo dejaba ver con claridad---Si quieres te puedo llevar a la playa, allá se ve más claro y quizá recuerde a su familia, ¿dígame cuanto tiempo estuvo en ese hospital?---No lo sé, encontré una hoja donde decía que entré en el año 2092 y el nombre de Adam, hasta la fecha sé muy poco, un nombre de una bióloga de apellido Allende.
Jovencito Adam me extraña que apenas haya despertado y esté fuerte y lúcido---Señor eso es algo que no sé, para mí todo esto es raro, sé que debo encontrar si es que está viva la bióloga Allende, pero no sé por donde empezar, también sé que en algún lugar de esta ciudad, tengo una familia…---¡Espere! antes de eso, lo llevaré con “mi familia” la gente que sobrevivió y no se dejó dormir por las oleadas de los hombres de máscara
Pasado algún tiempo, German llevó a Adam a la playa, pareciera que el humo y los contaminantes dejaban de ser tan espesos como en la urbe, sin embargo no era lo que esperaba, sobre el horizonte se dibujaba la Luna, pero también había mucho más cerca un planeta ¿acaso estaba enloqueciendo Adam? ¿acaso realmente no se había despertado de su sueño y estaba en una pesadilla pues “eso” no era la Tierra, sin embargo la mirada de felicidad del viejo Germán que parecía estar en una enorme paz interior, lo calmó, todo a su alrededor era a la vez tan familiar como diferente, todo era…un nuevo mundo, del cual esperaba amoldarse y encontrar respuestas, ¿quienes eran aquellos misteriosos hombres con máscaras y por qué dormían a la gente? aun faltaba por saber quien era en realidad él mismo y donde se encontraba su familia, el camino a seguir estaba marcado, por eso dejó sus pensamientos negativos de lado e hizo lo mismo que aquel viejito estrafalario y contempló aquel hermoso atardecer, tan extraño como enigmático.

Joven Adam vivo cerca de donde están los hombres de máscara y donde está la gente que duerme, si gusta lo puedo llevar, son 2 días de camino, bueno usted se ve joven y fuerte, pero a mi ritmo son 2 días.
Adam y aquel viejito empezaron a caminar por entre las ruinas de lo que alguna vez fue una gran ciudad llena de tecnología; ahora destruida, Germán le brindó comida un un pequeño refugio que contenía comida enlatada de lo que fue un refugio militar
Señor Germán ¿qué es ese planeta que está ahí? eso no es normal----Son muchas cosas las que han pasado aquí desde que usted despertó Adam; mire mire, hubo mucho caos cuando se supo que un asteroide pasaría por nuestra órbita, la gente enloqueció y pensó que era el fin de la humanidad, sin embargo con el tiempo descubrimos que lo que se acercaba era un planeta con características muy parecidas a la Tierra, era como…¡Como un espejo! sin embargo ese planeta no colisionó con nosotros, se quedó ahí, para entonces comenzaron a salir los hombres de las máscaras y empezaron a dormir a la gente, a mi me han visto entre las ruinas, pero como ven a un viejito, decidieron no dormirme, por eso las ruinas; por que hubo mucha gente que se resistió a dormir y hubo una guerra civil, aun existe gente a la que no se pudo dormir, ellos viven dispersos en las montañas.
Esos días que les tomó acercarse al verdadero lugar donde vivía German significaron mucho para Adam, él pudo ver que fuera de las grandes ciudades, había proliferado la flora y fauna de una forma increíble.
¡Mire joven Adam allá se encuentran los dormidos! pero no haga mucho ruido, también están quienes los durmieron---A unos kilómetros de ahí, se erigía una fortaleza enorme donde
según el viejo German, estaban las respuestas a las preguntas de Adam.
No pasó mucho tiempo en lo que se acercaban a lo que era la entrada---Yo hasta aquí llego, no puedo ir más allá de mis límites joven, tenga cuidado, si usted es dormido, yo me quedaré solo en esta área, pues no he visto humanos en 2 años.
¡Alto ahí! De pronto 10 enmascarados rodearon a los 2 hombres, German se sintió perdido pero Adam extrañamente se acercó al que se suponía era el líder y le preguntó directamente---No sé quienes sean ustedes pero es seguro que ustedes saben quienes somos nosotros, díganoslo por que no recuerdo nada.
Con un ademán aquel de la máscara, hizo que todos bajaran sus armas, y exclamó---¿No recuerda nada de lo que pasó? ve usted aquella cosa en el cielo, eso perturbó la mente de toda la humanidad, ese planeta lo conocemos con el nombre de Caos, venga los llevaremos en cuarentena.
Ya dentro de la fortaleza, Adam y el anciano Germán pudieron observar cientos de miles de capsulas en donde suponían estaban muchos humanos criogenizados, es decir para el viejo Germán, dormidos.
Mi nombre es John Smith, soy el jefe de área de esta zona, a ustedes los han analizado y no encontramos rastros de daños neurológicos y…¡Espere, quienes son ustedes y por qué han dormido a toda esta gente!---Permítame proseguir por favor, usted es aquel que se llama Adam, mire---En una enorme pantalla John empezó a mostrar lo sucedido al planeta con la llegada de Caos, aquel planetoide que perturbó la mente de aquellos quienes lo veían, por eso todos los científicos del mundo decidieron dormir a la gente, ellos estaban tan enloquecidos que aumentó muchísimo la violencia sin razón, había crímenes en cada esquina, todo fue un desastre.
Un científico espacial, logró descubrir que el causante era el planetoide que vemos---¿Ese planeta es igual a la tierra? preguntó un Adam cada vez más asombrado de las cosas que pasaron mientras dormía---Muchos nos preguntamos eso, mandamos sondas y se perdieron para siempre, por lo que vimos, imita al planeta tierra en muchas cosas pero no es habitable, al menos no ahora, mantiene una atmósfera muy primitiva, justo como era la tierra hace millones de años, como verá no éramos los villanos, sino quienes recolectábamos a personas que pudieran aguantar la criogenización---El viejo Germán murmuró entre dientes---Quizá y solo quizá, sea una nueva oportunidad para la humanidad---Usted es un caso especial señor Germán, usted no fue seleccionado pues no resistiría la criogenización, pero estuvo huyendo de nosotros mucho tiempo, usted es un superviviente que de no ser por Adam jamás hubiera venido aquí, y como tal usted será nuestro huésped honorario.
Germán, la oportunidad la tenemos aquí, pero antes quiero saber de mi familia y quien soy realmente---Permítame obtener sus huellas dactilares---Con un extraño aparato John le tomó las huellas y la información se reflejaría en la pantalla de enfrente--- Adam Louis Stevenson, nacido hace 27 años y vuelto a renacer hace poco, usted tiene una familia Adam, ellos están aquí durmiendo y por las pruebas hechas a ustedes albergamos la esperanza de que los efectos del planetoide han pasado, es hora de despertar a la humanidad de su letargo, es hora de que volvamos al mundo exterior y es hora de que su esposa e hija lo vuelvan a ver.
1 hora después.
En los amplios ventanales de aquel enorme edificio, Adam y Germán se encontraron con el dilema, aquel letrero que rezaba “Protocolo de contención Sigma 16” no era más que el letrero de la operación que se hizo para dormir a la gente, él ahora recordaba que cuando se llevaron a su familia a dormir, el enloqueció y fue llevado al hospital, único lugar que se salvó de ser bombardeado por un enajenado que había tomado el control de muchas armas y había destruido gran parte de la ciudad, después de todo pronto se reuniría con su familia, su esposa Lorena y su hija Camila a quienes al verlas a través de esos gruesos cristales que las protegían, logró recordar lo feliz que eran antes de aquel caos.
A lo lejos en el firmamento estaba aquel enigmático planeta primitivo, cuyo único propósito fue poner una dura prueba a la humanidad y así renacerían en un nuevo mundo, con una nueva oportunidad por ser mejor cada día de su existencia.



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